Si escribes la rosa en la tierra
será como otra cualquiera.
Si la escribes en el papel
crecerá en las raíces de la historia,
le concedera a tus deseos aromas,
te encontrara en los lunares poemas.
Si escribes la rosa en la piedra
tendrá una oportunidad de no sucumbir,
y reclamara para ti
un aliento en el cual respirar.
Pero si escribes la rosa en tu pecho
será tu alma la que florezca.
Aprenderás a sonreír
en los deseos de sus pétalos
estremecidos de porvenir,
de su pistilo exhalara polen
eterno de sueños
trenzados en caricias,
y tu agitado corazón
cimbrará para ti
la espina del tiempo
en un signo hermosamente desgarrado.
(15 de Noviembre del 2016)